MIÉRCOLES ANTES DE LA EPIFANÍA
1 JUAN:
– El mensaje siempre antiguo y siempre nuevo QUE NOS AMEMOS UNOS A OTRO. Pero como bien dice la escritura el Amor que Dios nos tiene se ha manifestado en su entrega generosa por amor a nosotros, y que nosotros debemos también este Amor y no es sólo dando la vida por Dios, sino dando la vida en lo concreto, por los hermanos, en especial por el que más pasa necesidad tanto material como espiritual, y no cerrar nuestras entrañas a las necesidades de los demás por el mero echo de que sean más o menos de los míos, o me caigan mejor o peor. El Amor no selecciona, el Amor se entrega por todos, en todo momento y en todo lugar.
– La iniciativa en el Amor la ha tenido Dios. Hemos experimentado su amor enviándonos a su Hijo, y en la entrega hasta la muerte en la cruz por todos. Ahora nos toca a nosotros orientar nuestra vida en una respuesta de amor.
SALMO:
«Aclama al Señor, tierra entera».
Que descanso y que gran motivo de alabanzas es saber que somos De Dios, que el nos ha creado, que nos ha moldeado, y que cuando nosotros hemos rotos el modo, el nos renueva, y nos recrea por El Niño que se nos ha dado, por Jesucristo.
Este deseo de hacer siempre todo nuevo, y de salvarnos siempre que pecamos, se muestra al final del salmo cuando dice que la misericordia y la fidelidad De Dios no terminan, Dios siempre es fiel y siempre es Amor.
JUAN:
+ Hoy se produce un encuentro que lleva a proclamar que aquel de quien hablaban Moisés y los profetas lo hemos encontrado; pero sobre todo el que se hace el encontradizo, el que está deseando encontrarse con nosotros cada día, es el mismo Jesús, que sale al encuentro de Andrés y de Felipe hoy y les llama a un seguimiento. Que importante y que necesario es tener ese encuentro diario con Jesús que me habla que me llama, que me ama, que me busca.
+ Al mirar a Natanael, vemos también a tantas personas que tienen algún prejuicio al acercarse a Jesús, debemos cada uno llevar a Jesús a la persona, para que en un verdadero encuentro con el Amor de los Amores, se trasforme tal prejuicio en una respuesta de amor al Amor.
María, Madre del Amor misericordioso, muéstranos a Jesús, que nos encontremos con Él, y que nuestra respuesta sea una entrega al Amor en cada persona que nos encontremos. Amén
Un pobre sacerdote +++