SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA Comentario a las lecturas
2SAMUEL:
– El profeta Natán le anuncia a David un hijo. Históricamente ese hijos será Salomón. Pero pronto el pueblo de Israel vio en el el descendiente de David, cuyo trono durará por siempre, la personificación del futuro Mesías.
– A San José se le presenta en el evangelio precisamente como de la familia de David, el último eslabón de la cadena genealógica del Mesías. Por lo que vemos que San José es una figura clave en el cumplimiento de las promesas De Dios, porque el Mesías viene de la descendencia de David.
SALMO:
“Su linaje será perpetuo”
El salmo nos lleva a cantar las misericordias del Señor, y esta gran misericordia es que del linaje de David viven el Mesías, El Salvador anunciado por los profetas, y que en Él se funda un linaje permuto, y de Él viene todo favor para el hombre.
ROMANOS:
– También a Abrahán se se le promete un hijo. Más aún, se le dice que será padre de muchos pueblos. Pablo reflexiona sobre la figura de Abrahán y alaba su fe, porque creyó en Dios contra toda esperanza: padre de Isaac, el hijo de la promesa, estuvo sin embargo dispuesto a sacrificarlo.
– San José es como el nuevo Abrahán del Nuevo Testamento. Modelo de fe y confianza absoluta en Dios, colabora para que se cumpla la promesa de descendencia salvadora en Cristo Jesús, aunque no siempre entiende los caminos De Dios. No sólo es un hombre de fe: su fe se transforma en fidelidad a lo largo de su vida.
MATEO:
– La escena del Evangelio nos presenta a San José como un hombre de fe, sencillo, respetuoso con el plan De Dios. sus dudas respecto a la Virgen María, a la que decide abandonar discretamente, se han interpretado de un modo muy razonable. No es que pusiera en duda la honradez de María, sin que al ver el misterio que e en la se estaba cumpliendo, por la intervención De Dios, se consideró indigno y quiso retirarse de la escena. El anuncio del ángel le asegura que, a pesar de ser el Espíritu Santo el protagonista del misterio, él, San José, tenía una misión que cumplir en los planes De Dios, para dar nombre a Jesús como padre.
– La figura de San José aparece así todavía más cercana a nosotros: es su humildad la que le hace dudar, y al mismo tiempo, su fe lo abre totalmente a Dios, para cumplir la misión que le encomienda.
O bien:
LUCAS:
– Jesús, acompañado por José y María, va por primera vez al Templo de Jerusalén, como todos los niños de doce años, y allí se pierde voluntariamente, creando unas horas de dolor y angustia en su padres. San José, al igual que la Virgen María, experimentan el dolor de tantas familias por sus hijos, y no entiende la respuesta de Jesús. La fidelidad de esta admirable pareja de buenos judíos se has en su fe, y tiene el mérito de superar desde la confianza en Dios las dudas y las penumbras de la vida de cada día.
– Lo más impresionante de San José, es que cumplió esta tara desde la sencillez de su vida diaria. Hoy al igual que a Él a nosotros Dios nos pide no un papel de primera línea. Sino como San José vivir sin cosas espectaculares, siendo fieles al Señor. Desde nuestra vida igual que San José y desde nuestros quehaceres, debemos ir diciendo un sí constante y continuo a Dios, como él hizo.
Un punto para nuestra oración puede ser el prefacio de la misa, que trata sobre la misión de San José:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre nuestro, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir y proclama tu gloria en la solemnidad de San José.
Porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre De Dios; el servidor fiel y prudente que pusiste al frente de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro.
María, Madre llévanos siempre a vivir para Jesús, y tu San José custodia nuestra vida para que sólo sea para Dios. Amén.
Un pobre sacerdote +++