JUEVES ANTES DE LA EPIFANÍA

JUEVES ANTES DE LA EPIFANÍA

1JUAN:
– Bien claro es san Juan al mostrarnos que el pecado y el que peca se hace del Diablo y el que vive en la justicia, santidad, es De Dios. Esto es algo que nos dice contundentemente y a veces nos cuesta asumirlo, pero tiene toda la razón al decirnos que el pecado nos separa De Dios y nos hace esclavos del Diablo.
– También nos dice que Jesús ha venido a deshacer las obras del Diablo, y por eso tenemos vida nueva, y es posible volver a Dios que da la vida por nosotros, para que tengamos vida y vida en abundancia. Y para mostrar que nacemos De Dios, debemos aborrecer el pecado, y evitarlo por todos los medios, no volver a pecar como decimos al rezar el acto de contricción. Pidamos por tanto a Dios que nos conceda vivir en la gracia y vivir siempre de su Amor.
– una conclusión clara aparece por lo tanto de la primera lectura, el que se sabe hijo De Dios no debe pecar, sino debe vivir en la gracia, en la obediencia a Dios.

SALMO:
«Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.»

JUAN:
«Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él». Juan y Andrés, recuerdan incluso la hora en que encontraron al Señor. Ellos nos ayudan a entender que la fe cristiana es sobre todo un encuentro personal con el Señor, dentro de la comunidad que él ha venido a fundar. Después llegará el momento de cumplir normas y aprender preceptos. Estas cosas, sin lo primero, corren el riesgo de perder consistencia en nuestra vida. (Comentario del Magnificat).

– La Navidad nos ha traído la gran noticia de que somos hijos en el Hijo, y hermanos los unos de los otros. Pero también nos recuerda que los hijos deben abandonar el estilo del mundo o del diablo, renunciar al pecado y vivir como vivió Jesús. Debemos vivir en un mayor amor en nuestro seguimiento de Jesús.
– Seguir a Jesús, es ver, experimentar, estar con, convivir con Jesús, conocer su voz, imitar su género de vida, y dar así testimonio de Él ante el mundo.

María, Madre que tengamos un encuentro con tu Hijo Jesús. Amén.

Un pobre sacerdote +++